Mismo restaurante y misma compañía, segunda cita oficial…yo dada mi natural tendencia a conocer el menú de los lugares y siguiendo a mi antojo ordene una pasta..el ordeno exactamente lo mismo que la vez pasada y en el mismo orden…lo único que fue diferente es que su café no termino en mi pantalón…no, esta vez fue su refresco y ahora esgrimió el argumento “ me das miedo , siento que eres demasiado bueno para mi”, mi respuesta a eso fue un “no olvides eso nunca”.
Después de un monologo de mi parte de 45 minutos y la cena mas aburrida a la que he asistido, me dejo en casa y decidí no volver a llamarle…al final de cuentas soy muy bueno para el…..
Después de un monologo de mi parte de 45 minutos y la cena mas aburrida a la que he asistido, me dejo en casa y decidí no volver a llamarle…al final de cuentas soy muy bueno para el…..
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